Los Bravú: The Double Dream of Spring | El Doble Sueño de la Primavera

“The Double Dream of Spring” titles the first solo show of Los Bravú in the United States with Pablo's Birthday in New York. It is not surprising that the artist duo look to John Ashbery's collection of poems for its title, plagued by startling and strange symbols, a constant in the Bravú universe.

The exhibition reflects on their multidisciplinarity, featuring the latest collaboration of profound pure authentic touch with the renowned Talavera de la Reina ceramic workshop presenting a selection of ceramic plates: a brilliant plastic and conceptual blend between art and popular culture that is unmistakable in their work. 

Paper plays a central role in a show that condenses the recent years of their artistic career. Los Bravú are determined to now exhibit their preparatory drawings, revealing a technique that follows spontaneous associations and an interest in collage.

Los Bravú are transversal. Their work goes beyond self-representation. On a visual level, social realism in the purest two-thousands style is sifted from a classical aesthetic with theatrical nature where time seems to stand still: it is their visual hallmark, the constant dialogue between low and high culture. Reflective of the conceptual evolution of their painting, faces are now homogenous. They are inviting the individual gaze on a collective level. Between the earthly and dream worlds, their work is permeated by symbols that are part of suggestive visual imagery that continuously invites the viewer to provide meaning.  

Under a recognizable palette, the new work shown in New York includes greater tension in a production that is already dual per se. We find delicacy and brutality; it is the theater of life where the archeology of civilizations meets the melancholy of being.

Text by Clara Andrade Pereira

"El Doble Sueño de la Primavera" es el título escogido por Los Bravú para su primera individual en los Estados Unidos, de la mano de Pablo's Birthday en Nueva York. No sorprende que el dúo de artistas se base en el poemario de Ashbery para su título, plagado de una amplia trama simbólica que sobrecoge y extraña, una constante en el universo bravú.

La muestra recoge la variedad multidisciplinar del dúo, que una vez más vuelve a sorprender con la última colaboración — de profundo toque castizo—, con el reconocido taller de Talavera de la Reina y los platos cerámicos que presentan en esta individual. Un genial acercamiento plástico y conceptual entre el arte y la estética popular que tanto encontramos en su producción. 

El papel juega un rol importante en esta exposición que condensa su trayectoria artística de los últimos años. Decididos a exhibir los dibujos preparatorios, dejan al descubierto una técnica compositiva de gusto por las asociaciones espontáneas y el uso del collage.

Los Bravú son transversales, su obra va más allá de la autorrepresentación. A nivel visual, el realismo social al más puro estilo dosmilero se tamiza con una estética clásica de carácter teatral en donde el tiempo parece suspenderse: es su sello pictórico, un acercamiento constante entre la baja y la alta cultura. En una evolución lógica de su pintura en el plano conceptual, los personajes son ahora homogeneizados; desde lo colectivo se invita a la mirada interior. Entre un mundo terrenal y onírico, su obra está permeada por símbolos que forman parte de un sugerente imaginario visual que invita al espectador a darle significado. 

Bajo una paleta reconocible, el nuevo trabajo que se muestra en Nueva York incluye una mayor tensión en una producción que ya es dual per se, hay delicadeza y brutalidad, es el teatro de la vida en donde la arqueología de las civilizaciones se encuentra con la melancolía del ser. 

Texto por Clara Andrade Pereira